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jueves, 8 de septiembre de 2011

Creación imaginativa

Creación literaria: ¿Qué pasaría si no existiera la literatura?

Por Carmen Meliza Yan Ho


Los días eran los mismos, la gente reía, los niños jugaban, los adolescentes se divertían, todos seguían con su vida normal. Yo, una simple chica que observaba a la gente mientas pasaban los días. No tenía nada que hacer hasta que un día noté que la gente poco a poco dejaba de leer, eso no era nada extraño para mí, pero sentía que algo malo sucedería. Una tarde, cuando regresaba de mi colegio, ví a un grupo de estudiantes que estaban quemando  sus libros, pero no hice caso y seguí con mi camino, al regresar a casa mis padres no estaban, me preparé la comida y me senté en el sofá de mi sala a ver televisión, salió en las noticias un caso de personas que habían muerto por no ver la señal de peligro en un bosque.
“¡Que patético!” pensé- Eso le pasa a la gente que no lee las advertencias.
Me puse a pensar que era sólo porque las personas eran irresponsables. Al día siguiente, en el colegio, todo parecía normal, pero no lo era, la mayoría de los estudiantes no asistieron al colegio, no me sorprendía, a ellos no les gusta la literatura ni las otras materias. No había venido el profesor, así que me fui a la biblioteca a relajarme y a leer un poco.
Mientras yo estaba relajada, no sabía que algo realmente alarmente estaba sucediendo. Había una extraña enfermedad que hacía que la gente se olvidara por completo el lenguaje, esto no lo supe hasta regresar a mi casa. Mis padres me estaban esperando, cuando entré a la casa, noté algo extraño en ellos, decían que no recordaban ciertas de las palabras que yo decía. - Es un broma. - pensé- y me encerré en mi cuarto.
En la mañana, la gente se volvía cada vez más torpe con el lenguaje, era como si no supieran leer por completo, ni entendieran el significado de las palabras.
Entonces me dí cuenta de que era algo muy serio, fui rápidamente a la biblioteca a investigar, cogí muchos libros y comencé a leerlos para buscar si en el pasado hubo algo similar a esto.
Los libros estaban regados en el piso, todos ellos abiertos en cierta página, no había nadie en la biblioteca, estaba silenciosa y solitaria. Me dolían los ojos de tanto leer, pero tenía que encontrar algo sobre lo que ocurría, mis ojos no soportaban mucho, veía las letras algo borrosas y caí en un sueño profundo.
Al abrir los ojos, estaba en un cuarto, las paredes tenían un color suave, sólo había un libro cuya cubierta era única, tenía bordes de oro, como si fueran del libro de un rey, no tenía nada escrito y a su lado había una ventana , no había nada más, me levanté y me asomé a la ventana, ví un jardín de geranios oscuros, eran hermosos, quería tocarlos pero no podía bajar, detrás de mí aparecío una puerta, la abrí y pude ver los geranios oscuros, eran delicados y frágiles, estaba contenta de poder tocarlos.
Pero a la vez me dí cuenta de que era imposible que algo así sucediera, así que traté de ver una manera de salir de allí. Corrí por ese jardín, parecía infinito, corrí hasta ya no poder más, me puse de rodillas para descansar y vi un geranio caído en el suelo, lo cogí, abrí los ojos y encontré que estaba en la biblioteca, pero en mi mano estaba ese geranio que había recogido, lo observé por un momento, su color era oscuro pero suave a la vez.
Busqué en un libro su significado, y el resultado fue “melancolía”, no pude comprender por qué había soñado eso, aunque en realidad no parecía un sueño, más bien era como si algo o alguien lo expresaba. Seguí buscando en los libros la causa de esa extraña enfermedad, no quería que llegara a mí, quería buscar una cura.
En uno de los libros describía que había sucedido lo mismo hace muchos años atrás, parecía el diario de una persona, aunque su cubierta estaba bien preservada, las hojas eran muy viejas, parecía como si se fueran a destrozar en cualquier momento.
Un caso parecido había sucedido, según describía el libro, era en un tiempo en donde la gente era menos consciente que ahora, detallaba todo lo que produciría esa enfermedad, “la única cura es buscar la llave y juntarla con su dueño”. Era la última frase que decía en el  libro.
Me puse a pensar, ¿cuál será esa llave y quién es su dueño?
Entonces comencé a buscar en los libros de historia, pero también miraba de vez en cuando a ese geranio, era como si estuviera perdido.
Durante horas busqué y busqué pero no encontraba nada sobre ese incidente que describía ese diario, era como si nunca hubiera ocurrido eso, por lo que comencé a sospechar que algo extraño ocurría.
Si algo como eso ocurrió entonces, era raro que no estuviera escrito en la historia.
Pasé todo mi tiempo buscando libros con alguna información de más, pero no encontrba ninguno que me indicara algo.
Decidí caminar un poco por la biblioteca y mientras observaba la cubierta de todo los libros, que ciertamente eran hermosos, ví una cubierta que me parecía muy familiar, quería cogerlo, pero estaba muy en alto, fui en busca de una escalera, pero al regresar ya no estaba.
Eso me sorprendió, el geranio se encontraba encima de la mesa, era como si me dijera que buscara a alguien, alguien muy importante para él, creí que era mi imaginación por haber leído tantos libros, cogí otros libros y seguí leyendo hasta me quedé dormida.
Estaba de vuelta en ese cuarto, esta vez estaba algo más oscuro y el libro que había visto tenía algo escrito en él  quedecía: “Sálvame o moriré”.
De repente, me desperté, era otro sueño. Los libros no eran suficientes para poder buscar la cura, estaba a punto de rendirme y ví un pétalo caer, era del geranio, no sabía qué era lo que trataba de decirme.
Nuevamente busqué más libros y volví a ver ese libro que había visto en mis sueños, esta vez lo cogería, subí por los estantes, tenía miedo de que se cayera, pero lo logré, lo había cogido, lo abrí y no había nada escrito, justo como lo había visto en mi sueño.
Lo llevé y pensé por qué un libro tan sofisticado como este no tenía nada escrito, ví el geranio y noté que ambos tenían casi el mismo color.
Entonces cogí el geranio, abrí el libro y lo puse entre sus hojas, lo cerré. Un viento sopló, pero las ventanas de la biblioteca estaban cerradas, entonces el libro desaparecío susurrando un gracias en mis oídos.
Entendí que el geranio era la llave que buscaba a su dueño, el libro. El geranio fue separado del libro porque la gente dejaba de leer y no tomaban en cuenta la literatura.
El significado de esto era que el libro había perdido su melancolía, porque ambas están estrechamente unidas y que si uno se pierde, el otro no se sentiría bien sin él.
El libro solo tenía a la melancolía a su lado porque por más famoso que fuera, algún día iba a ser olvidado.
Así que el mundo sin literatura sí ocurrió,  y para evitar eso hay que buscar su llave y devolvérsela. Los días pasaron y la gente volvió a su rutina normal, ya solo observaba desde un lugar, sonriendo porque la llave encontró a su dueño.